Felipe Zuleta es un aristocrático colombiano, abogado, periodista y
político. Nieto del dos veces presidente de Colombia, Eduardo Zuleta Angel. Su
madre, Consuelo Lleras, del Partido Liberal, jefe de debate de Alfonso Lopez
Michelsen durante la campaña de 1974. Fué la primera dirigente colombiana en
proponer la legalización del aborto.
El primer senador abiertamente homosexual en la historia de Colombia,
galardonado dos veces con el premio de periodismo Simón Bolivar.
Zuleta se muestra abiertamente al favor del matrimonio homosexual y la
adopción de niños por parejas homosexuales.
Declaró, “cuando acepté personal y
socialmente mi condición de homosexual, pensé que se me vendría el mundo
encima. Sabía que en otros países y otras sociedades ser homosexual no era ni
mucho menos una verguenza, y ni siquiera un estigma. La asociación de Psquiatras
Americanos , por ejemplo, había dejado de considerar esta inclinación como
“caso siquiatrico”. Daba temor. Pero no pasó nada. Mi familia, amigos y
compañeros de trabajo se solidarizaron sin problemas y empezaron incluso a
verme con más respeto. Hoy, después de haber estado casado legalmente con un
hombre en Canadá y de haber adoptado una niña, en mi primer matrimonio
considero que todos ustedes deberían tener los mismos derechos.
No
soy homosexual vergonzante, por el contario me siento orgulloso de pertenecer a
un grupo de ciudadanos, hombres y mujeres, que lideran muchas de las
actividades de la vida nacional, especialmente en las áreas de la sensibilidad
humana. Nos falta por supuesto la política. En este escenario de la realidad
nacional podremos hacer valer todos nuestros derechos a la libre escogencia, al
respeto, a los beneficios de pareja etc. que nos han sido negados de manera
arbitraria e injusta.
Compañeras
y compañeros este es un momento decisivo para que nos la juguemos a fondo por
la reivindicación de las libertades que la ignorancia y la hipocresía nos han
arrebatado.
Necesitamos
solidaridad de grupo. Mi propuesta es que apoyen mis programas. El centro de la
vida no es ser o no ser homosexual, sino comprender que este país necesita que
sus representantes sean, por lo menos, honestos en todo su ámbito personal,
social y planetario”.