En el año de 1999, el Presidente Bill Clinton (Demócrata), dejó un impreso encuadernado en cuero donde se encontraba un presupuesto nacional perfectamente balanceado, el primero en muchas décadas. No se suponía que fuera el último. Los expertos proyectaban superávits y teóricamente la deuda norteamericana debería llegar a cero en el año 2009.
No ha ocurrido así, verdad? Nos encontramos en un problema financiero tremendo, agarrándonos de cualquier momento que promueva nuestra fe en el futuro para no caer derrotado y seguir caminando un dia más. Washington, vivo en Washington, se siente paralizado. No ha existido ningún problema natural (terremoto, tsunami, inundación, etc) que nos haya llevado a éste lamentable estado, y ahora los Republicanos declaran que quieren salvar al país del gasto sin límite que ha ejecutado el Presidente Obama para reactivar el país, y quieren derivar la atención del electorado (que en cualquier parte, siempre tiene corta memoria) del recordar que fué un Senado Republicano y un Presidente Republicano quienes nos pusieron en éste tremendo problema. En completa posesión del gobierno federal, por primera vez desde la época de Eisenhower, los Republicanos -y siendo honestos, con la ayuda de unos cuantos Demócratas- procedieron sistemáticamente a desmantelar la economía y las políticas fiscales que produjeron la economía más fuerte y el superávit más grande en el presupuesto de la nación. El último año de la presidencia de Clinton, los centros comerciales veían a la gente comprar regalos a manos llenas durante navidad. Los regalos junto al árbol competían en tamaño!
Recuerdos de buenos tiempos y un futuro completamente destrozado, ahora que lo tenemos presente.
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