Ya he escuchado los comentarios y visto las imagenes en directo, de los reporteros que se encuentran frente a la mar cada vez más embravecida, de las costas de Rehoboat y Ocean City. Las aguas lamen el boardwalk y probablemente lo engullan más tarde. Las tiendas han puesto débiles sacos de arena a sus puertas para impedir la entrada del agua y tapiado sus ventanas con madera para impedir que el viento rompa los vidrios.
Se espera algo grande, un desastre, a lo largo de la costa este, desde Maryland hasta Nueva York. Todavía hay gente saliendo a hacer las compras de último minuto. Me faltan velas, pero no voy a salir a conseguirlas. No quiero quedarme dormido con una vela encendida. No hé podido conseguir las LEDs, todas se han agotado desde ayer.
Cuando todo pase evaluaremos el nivel de preparación y el costo de los daños.
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