Antínoo se ahogó en el rio Nilo en Octubre del año 130, y aunque la muerte fué presentada como un accidente, hay una probabilidad que fuera un sacrificio personal. Adrián lo "lloró como una mujer".
Inmediatamente después de su muerte, Adrián inició el proceso para convertirlo en un dios en el panteón romano. Este proceso, hasta éste momento estaba exclusivamente reservado para miembros de la familia imperial y no para amigos ó amantes del emperador, mucho menos si éstos no tenían origen romano.
El duelo del emperador no conoció límites. Se fundaron ciudades con el nombre de Antínoo, se hicieron medallas é imágenes de la deidad que fueron distribuidas en templos y santuarios, de la misma manera en que anteriormente Alejandro, el Grande, hizo por su amante Hefestion.
Una de las esculturas de Antínoo se encuentra en el Vaticano.
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