jueves, junio 07, 2012

Casi 35 años (I)

Lo odió con todas sus fuerzas la primera vez que lo vió. Su cara de angel, su pelo ensortijado, largo, alborotado, sin peinar; sus pantalones jeans apretados, sus camisetas de rayas horizontales, completamente pegadas al cuerpo, mostrando los abdominales perfectos a través de los colores de las rayas; con ésa manera tan suya de caminar, un híbrido medio Fonzie (de la serie de TV Happy Days) y Mick Jagger, y los brazos abriéndose al compás como si marchara una marcha extraña, un "atrapa gallinas" como alguien alguna vez se lo dijo. Alrededor de él todas las chicas bonitas de la universidad haciendo lo imposible por llamar su atención y conseguir una cita y un probable viaje al dormitorio donde verían y disfrutarían de todos los atractivos turísticos que solamente él sabía mostrar. "Si él fuera el último sobreviviente de una hecatombe nuclear, aún así, no sería mi amigo", pensó. Conitnuó mirando sus notas y conversando con sus compañeros de clase sobre el tema que hoy se discutiría en el anfiteatro.

Tuvo que comerse las palabras pronto. A las pocas semanas ofrecía una fiesta en su casa, toda la clase, bueno, casi toda la clase se encontraba en los jardines, alrededor de la piscina. Había buena música, bastante comida y bebida. La diversión estaba asegurada. De pronto lo vió llegar y no estaba invitado. Había tenido el atrevimiento de entrar sin invitación! No pudo hacer otra cosa sino acercarse, sonreir, estrechar la mano, darle la bienvenida y ser amigable con él. A pesar de ser solicitado por todas las chicas, hizo lo posible por encontrarse siempre al lado del dueño de casa, ayudando a poner música, pasando fuentes de comida, sintiéndose dueño de la casa. El se quedó cuando todos se fueron. Ayudó a limpiar y lo acompañó a su dormitorio donde continuaron la conversación sentados, y luego echados sobre la cama hasta las cuatro de la mañana. Lo invitó a quedarse a dormir, él se disculpó y le dijo que no había necesidad, vivía a sólo un cuarto de milla. Esa madrugada el sueño lo encontró con un calor diferente en el corazón, un calor que nunca había sentido en su vida de adolescente, hasta ahora.

Cuando se sentó a desayunar a las 11 de la mañana sus padres ya se habían ido a trabajar. Había empezado a comer cuando él llegó, a continuar la conversación exactamente donde la dejaron ésta madrugada. Jaló su silla y se sentó a compartir el desayuno. Entonces comprendió que en su personal y extraño mundo, él no necesitaba ser invitado, para nada. Lo acompañó a su dormitorio y entró con él al cuarto de baño, lo vió desnudo entrar a la ducha y hasta le ofreció jabonarle la espalda. No pudo decirle que no. Jamás había sentido manos amigas sobre su espalda y casi en sus glúteos, no quería que ésta ducha se acabara.

Fué una amistad de toda una vida, toda una vida universitaria y los primeros años de la vida profesional. Juntos en clase, juntos fuera de clase, juntos los fines de semana, juntos de vacaciones, juntos con las enamoradas; y en las fiestas, hasta se ponian a bailar los dos juntos!

El se casó primero, su pelo ensortijado apenas se notaba porque ya lo llevaba corto, apariencia profesional, se convirtió en padre pronto y hubieron dos sobrinos a quienes engreir, comprar juguetes y ropa, hasta que la familia decidió salir del pais por la inestabilidad económica y los problemas políticos.

Una amistad de toda una vida que la misma vida se encargó de separar.


No hay comentarios.: