Luto

Me encontraba con mi carrito de mercado en la seccion vegetales, mientras observaba con detenimiento una caja de hojas de espinacas y calculaba la frescura de ellas. Siento un grito de mujer: Michael Jackson ha muerto!. Volteo hacia la voz chillona, y a mi izquierda, a unos cincos pasos de distancia, la ubico. La miro, es una mujer gordita, baja, con la sonrisa forzada, tiene su teléfono celular en la mano, que se agita nerviosamente, convulsivamente, como si tuviera vida propia. La otra mano se la lleva a la boca que se abre de asombro. Los ojos se le abren aún mas. La otra mujer, su amiga, que lleva la canasta de compras le contesta, déjate de cojudeces y apúrate! Me olvido de ellas mientras continúo con mis compras y llego a caja.

De regreso en casa y luego de acomodar en el frigider todo lo comprado me pongo frente a la computadora. Se ha hecho ya una costumbre, ponerse frente a la computadora para responder emails, reencontrarse con amigos, escribir en el blog lo que sea necesario para calmar la neurosis que crece alimentada por el ocio. Leo en mi página de Yahoo: Muere el rey del Pop! Entonces me dí cuenta que la riza forzada de la gordita era una de los millones de risas histéricas contenidas en las que muchas lágrimas se disfrazaron cuando la noticia empezó a surcar en los mensajes de los telefonos celulares. Trato de digerir la noticia.

Me parece increíble su muerte a los 50 años. El hombre que se preocupaba tanto por su salud! El que dormía en cámara de oxigeno hiperbárico, el que contaba las calorías de sus vegetales orgánicos, el que salía a la calle con una mascarilla sobre la boca y la nariz (para no respirar gérmenes), el que usaba guantes permanentemente (y no sólo de adorno, como muchos creían). Lo encontraron muerto en su departamento alquilado en Los Angeles. Los esfuerzos de resucitación no tuvieron exito.

Ya en la mañana, mientras manejaba al trabajo pensaba en Farrah Fawcett quien a los 62 años sucumbió al cancer.

Ayer en la tarde, mi adolescencia vino de golpe sobre mi. Con la sonrisa de Farrah en mi mente, su cabello (que impuso una moda para toda una generacion), su actividad en los Angeles de Charlie; y en Michael, a quien tuve la suerte de conocerlo negro, con nariz ancha y pelo más que ensortijado mientras bailaba y cantaba su vida espectacularmente en los escenarios, blanqueándose, afinando la nariz y laciando el pelo bajo los reflectores. Parece que fué ayer, y ya mucha agua ha corrido bajo el puente.

Mucha pérdida en 24 horas. Ninguno de los dos llegó al promedio actual de vida de 75 años.