El Cardenal Keith O’Brien
de Escocia, ya preparaba su retiro y mudaba sus pertenencias a su casa en
Dunbar, East Lothain; cuando una orden del Vaticano lo obliga a mudarse al
Vaticano, y dejar sus planes de pasar el resto de su vida en Escocia.
El Cardenal O’Brien
fué un opositor al matrimonio homosexual, y su participación en campañas contra
los derechos humanos de los homosexuales en Escocia han sido bastante fuertes en
los últimos años. Sin embargo, sus motivos no estaban basados en principios
doctrinarios ó ideología, sino más bien en contradicciones encontradas en el
fondo de sus propios pensamientos y en la praxis de su vida. Se encontró que él
mismo es homosexual y que anteriormente había abusado sexualmente de 4 jóvenes
clérigos y 1 seminarista.
El Vaticano
prefiere tenerlo cerca, controlado, dentro de los perímetros de la capital
católica y evitar que pueda volverlos a avergonzar públicamente ante el mundo.
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