Michael Fallon, un
sacerdote católico de Canberra, Australia, ha declarado que aquellos
homosexuales que se encuentran en “relaciones comprometidas, no sólo deben ser
reconocidas justamente, sino deben ser motivo de gozo…es lo menos que podemos
ofrecer a ésas personas”. El piensa que hay muchas buenas personas que se están
apartando de la iglesia católica debido a la fuerte postura de la misma con respecto a la homosexualidad.
Fallon, quien sufre
de leucemia en éstos momentos, cree que la iglesia está cambiando su actitud y
se está moviendo en favor del movimiento homosexual. El conoció a muchos
estudiantes homosexuales mientras trabajó como capellán de la Universidad Nueva
Sur Gales de 1972 a 1979, y aprendió a entender a la gente más allá del
prejuicio.
La iglesia católica
en Australia se ha mantenido en oposición al matrimonio homosexual.
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