A pocos dias de navidad decido que necesito tener un poco del espiritu de las fiestas y salgo a recorrer la ciudad, a intoxicarme de sus edificios decorados, los arboles de navidad, los trenes (no sé la razón por la que los trenes en miniatura, a escala, se relacionan con la navidad en éste pais, pero allí están, como un símbolo más).
Emprendo mi recorrido precisamente en Union Station, la Central de Trenes de Washington. Estaciono en el ultimo piso del parqueo, y mientras voy descendiendo las escaleras electricas, a traves del enorme ventanal veo las lineas de tren y los vagones y ferrocarriles ordenados en sus varias pistas, alistándose para llevar pasajeros. Llego a la sala principal de la estación, en la entrada y observo el enorme árbol lleno de luces multicolores y banderitas Americanas y de Noruega. La embajada de ése país acaba de regalar una villa Noruega invernal, con tres trenes que hacen la delicia de los que pasan por alli. No me impresiona, muy grande y demasiado infantil.
Almuerzo.
Enrumbo al Jardin Botanico. Paseo por los diversos ambientes, la sala de las orquideas, del mundo prehistórico, de los desiertos, de la jungla, el ambiente Hawaiano, y disfruto nuevamente de las maquetas de edificios de Washington DC que prepararon para una exhibición hace dos años. Hechos de semillas, granos, frutos, cortezas de arboles, hojas, etc. las maquetas son copia fiel de sus originales. Toda una obra de arte. Hago cola para poder entrar en la exhibición de trenes. La cola es larga, pero promete (después de todo, uno sufre de colas mucho mas largas para subir a los juegos en Disneylandia). Entro a un mundo magico, de ingenieria-botánica. Puentes colgantes, hechos de ramas frágiles que sostienen a pesados trencitos que transitan por ellos y entre nuevas maquetas que esta vez, con los mismos materiales de los primeros: ramas, hojas, flores, semillas, conos, etc., crean la piramide de Giza, la Esfinge, el Taj Mahal, la torre Eiffel, la piramide de Tikal, Macchu Picchu, el faro de Alejandria, entre otros. Una extraordinaria obra de arte! Me voy llenando del espíritu festivo
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