viernes, marzo 27, 2009

Deborah Jeane Palfrey


Deborah Jeane Palfrey, la "Madame de DC", dirigía una agencia de acompañantes en la capital americana, la Pamela Martin y Asociados. Aunque su negocio con visos de legalidad, fué acusada de ejecutar chantaje sistematizado y lavado de dinero, además de usar el correo para acciones ilegales (¿?).

Ella reclutaba mayores de 25 años para el trabajo de acompañante, a través de un diario de la Universidad de Maryland, el Diamondback. El costo de sus acompañantes era de $300 la hora. La Madame declaró que aunque ella mantenía la identidad de sus clientes en la mas estricta confidencialidad, contaba con una lista de 15,000 teléfonos que se convirtió en la codiciada presa de los órganos de prensa. Ella estaba segura que sus abogados (clientes y dueños de algunos de los teléfonos) iban a defenderla bien.

En el ida y vuelta de "quienes" podrian estar en la lista de teléfonos se descorren velos accidental ó exprofesamente. El Embajador Randall Tobias renuncia de su puesto del Departamento de Estado como Administrador de la Agencia para Desarrollo Internacional. Se nombra tambien como cliente regular a un columnista y estratega militar, Harlan Ullman, del Centro para Estudios Internacionales y de Estrategia y del Washington Times. El 09 de Julio del 2007, el Senador Republicano David Vitter se confiesa cliente del servicio de acompañantes.

Aunque libre bajo fianza, se espera que ella enfrente unos 55 años de prision por los cargos que se le imputan. La gente, movida por la curiosidad enfermiza espera que el juicio siga descorriendo uno a uno los 15,000 nombres de la lista telefonica.

El 01 de Mayo del 2008 se le encuentra colgando de una horca casera en un almacén cerca del trailer donde vivía su madre en Tarpon Springs, Florida. Los nombres de mas gente prominente del gobierno de turno que probablemente estarían en la Agenda de la Madame nunca serán conocidas. Sus secretos contados en momentos de intimidad, tampoco.

2 comentarios:

TitoCarlos dijo...

Claro, y hay 15000 sospechosos. No existe la doble moralidad. Siempre he pensado que la moral cambia con el tiempo; lo que ahora vemos con normalidad era inmoral hace 50 años. Sin embargo la ética no cambia. Dar una imagen que sólo es escaparate, y que nada tiene que ver con las convicciones propias, muestra una falta de ética aplastante.
Lo preocupante es que sólo en este caso, contamos con 15000 de estos personajes. ¿Cuantos más habrá?

Un abrazo,

CHOPINGO dijo...

Todos sospechosos.