Eres el ayudante de camarero en el restaurante oriental donde almuerzo dos a tres veces a la semana. Hay un buen número de restaurantes que ofrecen buena cocina alrededor, pero me gustan los platos que ofrecen particularmente en éste. Me has llegado a conocer bien. Traes la jarra de te y el vaso lleno de hielo para que me sirva en él, sin azúcar. El te caliente derrite rápidamente los cubos de hielo, pero ya me traes el segundo vaso con más hielo, y el tercero, mientras dura el almuerzo. Me haces conversación. Hé aprendido que tienes una familia allá en tu pais centroamericano, dos hijas, que antes fuiste comerciante y tenías una tienda de zapatos. Viniste a vivir el sueño americano, y te encontraste que sin inglés tu inteligencia y sentido común no tienen valor. Este trabajo es todo lo que puedes conseguir que te dé seguridad y dinero para enviar a tu familia. No hay tiempo para aprender inglés. Sigues hablando español con los otros trabajadores en la cocina y en el departamento que rentas con otros seis. Dos dormitorios hacinados todas las noches.
Un dia me hablas de tu hermano menor, 19 años, muy inteligente, me dices. Me pides que hable con él, que lo conozca, que lo oriente, que lo ayude a tener una mejor visión que lo ayude a desarrollar en el país. Te doy mi número de celular y te pido que él me llame.
A los dos dias recibo su llamada. Se llama igual que yo y lo trato de tocayo. Quedamos en conocernos un fin de semana cuando él tiene su dia libre. Me impresionan sus rasgos faciales, su cuerpo delgado, su color de piel, sus ojos claros. Conversamos en el carro y pasamos por un McDonald's para tener algo que comer. Me habla de sus sueños, de querer mejorar su uso de computadoras, que no tiene una y que le va a costar ahorrar para comprar una, que quiere aprender inglés. Lo invito a casa para ver cuánto sabe manejar una computadora. No es un neófito, y usa los diez dedos sobre el teclado. Le muestro que hay lugares donde puede tener tutoría para inglés, con ejercicios de pronunciación, videos y hojas de trabajo. Realmente es inteligente y aprende rápido. Me pide si podemos tener un par de horas semanales para usar mi computadora hasta que él se compre una. No le puedo decir que no.
Lo recojo la siguiente semana, ya se encuentra menos tenso, me trata de tú, me hace bromas é intenta hacerme cosquillas mientras manejo. En casa me siento al lado suyo y lo veo trabajar en la computadora. Pongo mi mano derecha sobre su rodilla izquierda, después de unos segundos la retiro y la pongo sobre el escritorio, con su mano izquierda, toma mi mano derecha y la vuelve a poner sobre su rodilla, la acomoda en la parte interna del muslo. Lo acaricio en el área mientras usa el teclado. Empieza a usar el raton y pone su mano izquierda sobre mi abdomen, me acaricia. Mete su mano debajo de mi camisa y me acaricia palma a piel. Continúo con mi mano en el interior de su muslo. Dejo que me acaricie. Siento que sus dedos se deslizan suavemente dentro de mi pantalon y empiezan a jugar con mis vellos púbicos. Con la otra mano continúa jugando con el ratón, pero ya no contesta al Repeat after Me, que sale por los parlantes. Sus dedos han descendido a despertar por completo al soldado que empieza a estirarse.Yo noto que el suyo ya está en alerta y en guardia. Lo demás sigue su curso y pronto mejoramos la amistad. Cuando lo regreso a casa me recuerda que la próxima semana me espera.
Son demasiados fines de semana que lo llevo a casa, me sorpende su inteligencia, su aprendizaje rápido. Me sorprende que en mucho, él se ha convertido en un maestro para mi. El talento de la nueva generación.
Yo sigo yendo al restaurant a almorzar, converso contigo y elogio a tu hermano, mi tocayo. Te sientes feliz que seamos amigos. Te agradezco que me hayas dado la oportunidad de ser su amigo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario