Tenía encendida la televisión mientras me encontraba frente a la computadora respondiendo mis mensajes de correo. Es una costumbre que tengo, simplemente por sentirme acompañado, necesito escuchar musica, diálogo, algo, para no sentir el eco del teclado en la casa vacía, cuando de repente escucho al predicador Joel Osteen de la iglesia Lakewood hablar sobre el año 2011 y todas las bendiciones que va a traer para aquellos que creen en el bienestar y se alejan del pesimismo que poco a poco va ganando mas adeptos en el mundo entero.
Hablaba de los milagros que Dios puede ofrecer de la noche a la mañana y que van a ocurrir en éste año. Mientras hay gente siente que el 2012 es el fin de la humanidad porque los aztecas lo dicen en su calendario y Hollywood lo aprueba con sus películas, Osteen va creando un nuevo grupo de pensamiento positivo entre su gente en Lakewood y en los millones de televidentes que lo siguen en todas partes. Durante su prédica se esforzó en repetir que los milagros ocurren en el 2011 y que debemos esperar las sorpresas que Dios tiene al término de cada historia alentadora que contaba. Indudablemente era una forma de lavado de cerebro para sembrar la semilla del positivismo en las mentes. Algo así como lo que el libro "El Secreto" dice en cada una de sus páginas. Podemos culparlo por ser tan positivo?
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