En 1994, Walter Schubert lloró inconsolablamente en la
oficina de su psicoterapeuta porque era el único homosexual que trabajaba en
Wall Street. Su terapista le aseguró que probablemente él no era el único, pero
él era el primero en hacerlo público. Cinco años después, al iniciar el Nuevo Milenio,
todavía era el único trabajador en la bolsa de valores abiertamente homosexual.
Hay 1,365 trabajadores en la Bolsa de Valores de Nueva York.
El lugar todavía permanence como un bastion de la
discriminación, a veces es sutil, a veces es exagerado. El “estigma” de ser
homosexual se presenta como base para una discriminación potencial y puede
traer sufrimiento emocional.
Ervin Goffman, uno de los psicólogos más inflyentes del siglo XX, dijo “vivir en
el closet puede ser estresante, pero, aparentemente es también un buen
entrenamiento para una serie de trabajos”. Goffman piensa que el arte de esconder
el “estigma” es bueno para una serie de trabajos donde se necesite el arte de
las buenas maneras y la persuasion, como la psicología, recursos humanos y la
administración de servicios sociales.
La otra opción para homosexuales es el trabajar “independientemente”,
Ésto incluye una serie de trabajos, desde gente que trabaja en la web hasta
reparadores de aire acondicionado. Si se unen los dos, ser perceptivos é
independientes, entonces los maestros y los psicólogos tienen ventaja, porque
en la mayoría de las veces se alejan de sus colegas para tener una interacción intensa
con sus clientes, pacientes ó alumnos.
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