Kim Davis, empleada del condado Rowan,
Kentucky, cerró su oficina mientras pide permiso a la Corte Suprema para
obtener un “asilo para su conciencia” y poder negar los certificados de
matrimonio a las parejas del mismo sexo.
Davis ha dejado de dar certificados de
matrimonio luego que la Corte Suprema de los Estados Unidos autorizó los
matrimonios del mismo sexo en todo el pais. Cuatro parejas la han enjuiciado,
argumentando que como oficial elegido, debe cumplir con sus obligaciones, sin
importar sus creencias personales sobre lo pecaminoso del matrimonio
homosexual.
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