Mucho se habla sobre los orígenes de la homosexualidad.
Dejemos en claro que mucho hay todavía por descubrir.
Han habido miles de terapias regresivas, algunas de ellas
usando estimulantes como el LSD (hasta que fué prohibido), que llevaron a los
psicoterapeutas a dar alguna idea sobre el tema.
Frank Lake, británico, a principios de los cincuenta
encuentra que muchos de sus pacientes varones pueden trazar los orígenes de su homosexualidad
al temor a los genitales femeninos debido a un terrible trauma de nacimiento.
El nacimiento traumático los programó a tener un temor a la
vulva. El escribió que ésto había causado una “desconfianza en la mujer” y
tomaron la determinación “de nunca más encontrarse con ellas genitalmente”.
El Dr. Groff, checo-americano, quien hizo
similares experimentos a los que hizo Lake más ó menos durante el mismo tiempo,
encuentra que el origen de la homosexualidad no puede únicamente ser trazado a
problemas del nacimiento ó alrededor de él. Cree que hay eventos en la primera
infancia que deben ser considerados como condicionantes para su desarrollo y no
como reforzadores de las situaciones pre y perinatales.
El Dr. Arthur Janov, también piensa en el trauma
del nacimiento como el responsable, por éso, cuando la Asociación Americana de
Psicología la quitó de su lista de neurosis en 1973, Janov dijo que se le “estaba haciendo un daño al homosexual al
decirles que están bien cuando en realidad están quebrados con dolor y
tension”. El psicólogo Paul J. Hanning escribe luego, “La homosexualidad no constituye necesariamente un desorden patológico
en sí. Debe ser considerado como una de muchas formas de conducta sexual”.
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