Hace un mes que hemos iniciado el nuevo año y mis experiencias han quedado congeladas. Por un tiempo detenido frente a lo inevitable, tratando de vivir y encontrar animo, buscar un rayo de luz que pueda entibiar el frio en el alma. Completamente estancado.
Busque consuelo en la compañia, en la amistad, en la conversacion frivola y sin sentido, en lo banal, en lo cotidiano, en pasar el dia, simplemente pasar el dia, aunque en la noche tampoco puedo dormir. Despierto a las 2:30 a.m., a las 3:00, a las 4:00, varias veces durante la noche, esperando en agonia el amanecer que tarda en venir durante este invierno tan frio.
Busco consuelo en la religion, en los libros sagrados, que ya no traen la inspiracion que antes traían. La mente se ha vuelto mecánica, no hay esperanza en el dia de mañana, no hay fe en el mas allá. Todo lo que tenemos es hoy, y hoy es mejor terminarlo. Los anunciadores de las buenas nuevas que visitan ya no traen la luz y la alegria de antes. El mundo se ha congelado alrededor.
Entiendo entonces que el calor para iniciar el deshielo debe venir de mi interior. Entiendo que soy yo quien debe permitir un poco de positivismo en mi vida. Mirar el lado bueno, ignorar por completo lo negativo, empezar a atraer lo bueno y alejarme de todo lo que me impida recibir las bendiciones de lo alto.
Hoy he protegido mi vida con risa, con bondad, con vision positiva, con hablar positivo.
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