El Nuevo Ministro
de Salud de Grecia, Adonis Georgiadis, volvió a poner en práctica la medida de autorizar
a la policía a ejecutar examines para detectar el virus del HIV, sin
autorización del paciente. Esta política resultó en la ejecución de cientos de examenes,
de los cuales 17 resultaron positivos.
Las 17
mujeres que fueron encontradas positivas al virus del HIV fueron inmediatamente
etiquetadas como “prostitutas”, sus nombres y detalles personales publicados en
los medios de comunicación, fueron también catalogadas como “bombas de salud”,
por lo que han sido detenidas en custodia por varios meses.
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