miércoles, febrero 03, 2010

Pequeña


No te he visto en una semana y ya no te encuentras en Baltimore. Me dirijo a Silver Spring, a donde te han trasladado desde ayer. Entro a tu cuarto y me asombro de verte pequeña en medio de tus cobijas. De un momento a otro tus vendajes se han hecho gigantescos! tu cabecita se ha reducido como si hubiera sido puesta en manos de los jibaros aguarunas del Amazonas. Tus ojitos se han hundido mas entre sus cuencas. Me miras llegar, me sonries y te veo edentula por primera vez! Nunca había pasado por mi mente que no tenías dientes! Tan altiva, orgullosa y vanidosa que siempre has sido.Tus escasos cabellos canos no pueden ocultar el injerto en tu craneo y el injerto de tu cuello se asoma entre las gasas. El cancer de piel sigue avanzando, y noto que va mordiendo tu naricita perfilada que apenas da forma a tu craneo. Tus brazos apenas tienen musculatura. Me recuerdan los brazos de los libertos de los campos de concentración cuando llegaron las tropas americanas a liberarlos. Te confundes y me hablas algo sobre el telefono que no funciona y lo que me ofreces es el llamador de las enfermeras. Tienes sed, te digo que no puedes tomar cafe pero que si puedes tomar algo de Gatorade...lo bebes con avidez. Dejo que la enfermera examine tu deglutir y que recomiende dieta semiliquida, pures para que no sufras el masticar y el tragar. Dejo que mi madre te de de comer y me despido...
Salgo de la clinica y mientras camino a mi camioneta. Rompo en sollozos, las lagrimas ruedan por mis mejillas. Nadie me ve llorar. Te lloro abuela. Te quiero mucho

2 comentarios:

Damian dijo...

muy triste, no se q mas decir
q me dio mucha penita
espero q no tenga q pasar por lo q tu.
un abrazo ya.

Peter Camenzid dijo...

Gracias Damian. Muchas gracias. Como estas tu?