lunes, enero 13, 2014

Joe Bell


 
Joe Bell, de La Grande, Oregon, escuchó hace dos años a su hijo Jadin, de 15 años, que era homosexual, que tenía sueños de trabajar en modas, modelaje y fotografía en Nueva York. El muchacho fué acosado en la iglesia y la escuela; fué atacado verbal y físicamente por sus compañeros, invadida su mente con tendencias suicidas. Joe, su padre, lo puso en terapia, donde todo parecía ir bien, hasta que Jadin, en un momento de profunda depresión se ahorcó.

Fué Joe el que cayó en depresión y no quería levantarse de la cama. La pérdida de su hijo fué enorme. Hasta que tuvo la idea de salir y caminar, desde Oregón hasta Nueva York, la meta de su hijo, hablando con quién quisiera escuchar sobre lo malo que es ser un “bully” y cómo se destruyen vidas.

Soportó el dolor de caminar con sus rodillas artificiales y ampollas en las plantas de sus pies. Soportó en dormir a la intemperie, en canaletas, zanjas, con tal de tener un pequeño auditorio a quién contar de su experiencia personal y como la doctrina de odio y el “bullying” lo llevó a perder a su hijo. Seis meses estuvo caminando de pueblo en pueblo, hasta que en un instante, en un camino de dos vias en la zona rural del este de Colorado su vida terminó en la segunda tragedia que enlutó a la familia. Un chofer de un trailer se quedó dormido y lo arrolló.

Las historias de Joe y Jadin Bell estremeció a los Estados Unidos en el 2013.

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