Me preguntaste porque no he escrito ultimamente (y ya hace bastante tiempo no lo he hecho), no recuerdo exactamente lo que conteste.
No he escrito porque no he sentido en mi corazon lo que sea necesario convertir en palabras. Cuando no hay un sentimiento, no hay nada que expresar. Interesante... porque cuando no hay un sentimiento la comida se vuelve insipida, la sal pierde su sabor y la miel no endulza. Esa pequeña banda que pone la musica interna con la que bailas dulces compases a lo largo del dia, de repente se calla, las luces de tu escenario se apagan, las butacas completamente vacias, la funcion termino, no queda sino regresar a casa y llenarla de soledad.
Me has dado momentos de inmensa alegria, de felicidad infinita, de intentar tocar el cielo con solo empinarme, y lo he logrado. Como no agradecer al cielo semejante bendicion? Pero mi reloj de vida siempre ha andado fuera de compas. A veces las entradas o salidas del escenario son demasiado temprano o demasiado tardes. Nunca ha habido una escena sincronica. Sin embargo, he aprendido a reir, a disfrutar de la vida, a mostrar mi alegria y a construir una vida, a pesar de los reveses. Una vida que para muchos es una vida de triunfos (como definir triunfo?). Me hace pensar en la vida de Edith Piaff en la pelicula "La Vie en Rose".
Hoy hemos conversado, claramente, mientras disfrutabas tu Hibachi Steak. No se trata de un rompimiento. Tu y yo no podemos romper, siempre nos tendremos en todos los momentos, en cualquier momento. Simplemente hemos ampliado espacios. Cada uno ayudara al otro a construir belleza en los nuevos espacios y recobrar la musica interna.
Que la fuerza te acompañe!
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