El Arzobispo de Indianápolis, Charles Thompson, ha instruido a todas las escuelas católicas bajo su jurisdicción que inmediatamente revisen los contratos de todos aquellos profesores que se encuentran trabajando y que son homosexuales, que sean despedidos.
"Para ser un efectivo testigo de Cristo, sea que esté enseñando religión ó no, todos los ministros en sus vidas profesionales y privadas deben apoyar las enseñanzas de la iglesia católica", declara la Arquidiócesis.
Mat Cohoat, presidente del Consejo de Directores de Escuelas Católicas, dice "El Arzobispo ha dicho claramente que si alguien que está casado civilmente con alguien de su mismo sexo continúa siendo empleado de la iglesia católica está descalificado de mostrar una identidad católica y vive en contradicción a las enseñanzas de la iglesia"
El Senador Ford, de Indianóapolis, contraataca diciendo que si las escuelas reciben dinero del estado no deben discriminar.
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