El Reverendo Scott Anderson, hace más de
veinte años dijo a su congregación en California que era homosexual, y por lo
tanto debía renunciar como su pastor. Ahora es ordenado ministro presbiteriano
y atiende a una congregación.
Anderson considera que salir del closet fué
su mejor y peor dia de su vida. “Mejor
porque podia declarar mi homosexualidad. Peor, porque no se me permitiría
servir en la iglesia”
Sirve actualmente en Wisconsin.
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