Francotirador

Estaba prácticamente recién instalado en mi departamento de Grove Park y ésa tarde regresaba del trabajo. Cuando llegué a la entrada de los edificios me percaté de los patrulleros que se encontraban estacionados al lado de la piscina, con sus luces prendidas, girando el azul y el blanco brillante. El grupo de curiosos iba creciendo detrás de la cinta amarilla con la que habían acordonado el puente sobre el riachuelo que dividía los dos sets de edificios del mismo condominio. Sobre ellos con el ruido característico de las helices sobrevolaba el helicoptero de FOX, probablemente el noticiero.

No me detuve para preguntar, seguí de largo hasta llegar a mi edificio, al fondo, en la esquina, a dos cuadras de distancia. En la puerta habian algunas vecinas mirando hacia los carros de policia y haciendo comentarios entre ellas. Aproveché para averiguar qué estaba ocurriendo. Han matado a alguien, fué la respuesta.

Nunca pude haber imaginado que en los edificios donde vivía podian haber matado a alguien. Le han disparado mientras cruzaba el puente. Ampliaron la información sin haberlo pedido. Mientras ponia la llave en la cerradura de mi departamento en el primer piso seguía escuchando los comentarios. Parece que es una venganza, estaba metido en drogas, dicen. Al cerrar la puerta dejé atrás las voces. Mi departamento tenía buen aislamiento de ruidos. No quise saber mas, un escalofrío corrió por mi espalda de solo imaginar que había trafico de drogas donde me encontraba viviendo. Las noticias de la noche confirmaron lo que había visto y oído. La policía estaba investigando para dar con los autores. No se supo más del asunto. Lo olvidé rápido.

Dos semanas después, una mañana, llega Deborah agitada a la oficina. Ella es una rubia gordita que siempre trae noticias frescas, usualmente del comportamiento de los que trabajamos alli. Va de cubículo en cubículo, y de oficina en oficina durante el dia hasta que se asegura que todos saben lo que ése alguien hizo. Esta vez, entra corriendo desgarbadamente, haciendo equilibrio sobre sus tacones altos y casi gritando dice que han matado al que cortaba el cesped en la gasolinera cerca de nuestro edificio. Los noticieros confirman sus palabras. El trabajador estaba sentado sobre su podadora y recibió un balazo de algun transeúnte, no se sabe quién. Se asegura que hay una investigación en marcha. No me dejan olvidar éste episodio. A los tres dias, mientras esperaba el omnibus, sentado en su paradero es muerta otra persona, a media milla de donde mataron al jardinero. En los dias siguientes, en mi condado ocurren mas muertes en gente que se encontraba en la calle, poniendo gasolina, saliendo de comprar, yendo al colegio, discutiendo con el chofer del omnibus de transporte publico. Hay un francotirador suelto que pronto cruza al estado de Virginia y empieza a aterrorizar a la poblacion alli tambien.

Fueron semanas de panico. No sabias donde cuadrar tu carro, como bajar para ir a la tienda, si quedarte dentro del auto mientras pones gasolina. Los maestros hacen con sus cuerpos cordones de proteccion a los alumnos cuando bajan de los omnibus escolares y entran al colegio, ya nadie saca a pasear a sus perros. Se habla de un minibus blanco que es visto cerca de los lugares donde ocurren las muertes. Se conecta la primera muerte en los edificios donde está mi departamento a ésta cadena de otras muertes. Todos los minibuses blancos son parados por la policia y revisados cuidadosamente en busca de armas. Se piensa en brigadas terroristas que estan sueltas en el pais. El panico crece a medida que la mente deja volar su imaginacion en locas presunciones.

Ayer, fué muerto por inyeccion letal, en una penitencieria del estado de Virginia, el francotirador que causó tanta conmoción en nuestras ciudades. Los reportes dicen que no mostró señal de arrepentimiento y que no pidió perdon. Añaden que murió pacificamente.