lunes, julio 16, 2018

Lucha por la diversidad sexual



Muchos prejuicios y malentendidos llenan el sentido común, por lo que debemos ser capaces de explicar una serie de mitos en los diferentes espacios donde trabajemos.

Una persona NO elige su orientación sexual, por lo que no hablamos de “preferencias” sexuales, ni “homosexualismo”, como si fuera una doctrina. Nadie se “vuelve” homosexual y nadie vuelve homosexual a nadie.  Ha habido diversidad sexual en todos los grupos humanos, de todos los tiempos y lugares, dentro de todas las clases sociales e incluso desde Aristóteles, esto se ha observado en otras 1500 especies de animales.
  
Sin embargo, la sexualidad sí está socialmente determinada. La sexualidad es una experiencia concreta, es una síntesis de deseos y represiones, de naturaleza e historia personales, y de historia y naturaleza colectivas; expresados en un conjunto de comportamientos políticos, sociales y biológicos que no se reducen al coito. Uno expresa su sexualidad al vestir, al hablar, al trabajar …  y en la cama.

A lo largo de la historia y hasta hoy, la sociedad se ha organizado para el control y represión de los deseos y de la sexualidad. Esta sociedad capitalista y patriarcal necesita controlar y castigar la sexualidad para sostenerse.

La base material de esta opresión, es la división sexual del trabajo y su contracara, la propiedad privada.

Debemos entender la lucha por la diversidad sexual como una faceta de la lucha contra el patriarcado, inseparable de ella, y por lo mismo, parte de la lucha contra el capitalismo.

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