Tori Johnson hizo titulares de los periódicos mundiales no hace mucho
tiempo atrás. El fué el administrador del café-chocolateria Lindt, en Sydney,
Australia, donde un terrorista islámico tuvo de rehenes durante 16 horas a un
grupo de parroquianos, y mantuvo al mundo entero en suspenso.
El se enfrentó al terrorista, y forcejeó con él por el arma y permitió
que 6 de los rehenes pudieran aprovechar el momento y escapar.
El Primer Ministro Australiano, Tony Abbott, llamó a Tori un “buen
hombre”, pero poco se dice que el héroe era en realidad un ciudadano de segunda
clase, un homosexual enamorado de su pareja, con quien vivía 14 años, pero la
ley Australiana le negó el derecho a casarse.
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