martes, junio 28, 2011

Sex addiction (2)









Después de las presentaciones quedé profundamente impresionado, no sabía como reaccionar. Mi amigo, Jerry, era tu amigo de la secundaria y me había llevado a verte porque tenía que salir a comer contigo. Salimos los tres. Tu pelo rubio, tus ojos verdes, tu rostro infantil me mantuvo cautivado durante la cena. Me ignoraste completamente, solamente hablabas con él, y durante la noche se convirtió en nuestro intermediario de la conversación. No fué la única conversación, nos volvimos a ver.



Jerry te trajo a casa una noche, volvimos a conversar, ésta vez sin intermediario, pero ruhías mi mirada, abrimos una botella de vino y tuvimos algunas galletas con queso. Me ofreciste visitar en otro momento y te dí mi teléfono para que anunciaras tu visita.



Me llamaste para preguntar sobre un procedimiento en el Departamento de Vehículos a Motor. Llegaste a casa con los documentos y llenamos los formularios juntos. Hablamos de amigos comunes, de salir todos, de pasarme la voz cuando hayan reuniones y cosas por el estilo. Nos vimos en la compañia de todos los amigos. Una noche te pregunté 'porqué me tienes miedo'. No supiste responder, te trabaste en la respuesta y finalmente me dijiste que te molestaba que con quienes habías estado antes no te llamaron después de la noche de sexo y te trataban mal cuando los veías, que no querías sentirte herido una vez más. Te dije que deberíamos intentar.



Una noche, de manera intempestiva, en medio de una conversación me dijiste que vendrías el siguiente lunes a conversar y quedarte a dormir. Cumpliste tu palabra, disfruté de tu cuerpo desnudo al lado mio. Conversamos, y me deleité con tu blancura, con tus pecas, con tu glande rosado y tu pubis afeitado. Te llené de caricias y respondiste deliciosamente. Alargamos el momento de los juegos y la entrega y el ser uno fué extraordinario. Me dijiste que probablemente te iba a tratar mal, que iba a pensar mal de ti, que quizás no te volvería a llamar. Sin dejarme contestar, te levantaste, te vestiste y saliste. No respondes mi llamada. Qué conflictos llevas en la mente?

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