En Utah, una población con el 60% de sus habitantes miembros
de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de Los Ultimos Dias, “la única iglesia viviente sobre la tierra”,
tiene uno de los promedios más alto de suicidio de adolscentes en los Estados
Unidos, 14.3 por 100,000 habitantes.
Idaho, el segundo estado en población mayoritariamente
mormona (24%), la tasa de suicidios en adolescentes es aún mayor, 14.9 por
100,000.
Hay mucho que discutir, que enfrentar, que corregir, para
permitir que más jóvenes puedan vivir una vida complete y permitir que sus
sueños se tornen realidad. ¿Es únicamente el estado, los hospitals, las
escuelas, quienes deben estar involucrados en ésta campaña? No, pienso que no.
Creo que un gran responsable por éstas estadísticas es la Iglesia Mormona,
quien debe hacer cambios profundos para promover vida.
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